18/4/07

¿Arrepentimiento?

El mecanismo suele ser similar ante cada acontecimiento inesperado y catastrófico. Se empieza informando (o algo así) sobre el hecho en sí, y luego se va como cascada a cada punto de contacto posible por más remoto e insignificante que sea, lo cual despierta correlativamente las más absurdas teorías. Por ejemplo, ante la aparición de un asesino furibundo, no sería extraño que aparezca una nota con el/la partero/a que lo extrajo del vientre materno titulada: "Cuando lo sacamos notamos que pateaba de una manera extraña".

Y claro, lo del amigo Cho Seung-hui abre todo un terreno fértil para este tipo de idioteces. La más reciente, aparecida en La Nación-on line:

"El vendedor del arma no se siente responsable"

El dueño de la tienda donde el estudiante surcoreano Cho Seung-hui compró una de las pistolas que utilizó en el tiroteo del lunes en la Universidad Virginia Tech dijo que se sentía atónito por la tragedia, pero no responsable.

Esto habría despertado la congoja de otros personajes históricos que, aprovechando la sinceridad del vendedor de armas, salieron a la luz:

- el peluquero de Hitler: "Yo no tengo la culpa. Yo sólo le hice ese bigotito porque me pareció que tenía onda, nunca pensé que iba a ser la fuente de su maldad".

- el piloto que soltó la bomba atómica: "No tenía idea loco, en serio. Me dijeron que cuando apretara el botón iba a liberar litros de agua para regar la seca campiña japonesa"

- Albert Hofmann, creador del LSD, a los fanáticos de Pink Floyd: "Nunca fue mi intención que Syd pasara el resto de su vida pintando naturalezas muertas. Además, no se quejen que gracias a mi los Beatles dejaron de cantar Love me do".

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